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Nuevos nombres para algunas aves de Argentina

(Nota publicada en eBirds.org – Autores: Diego Gallegos,
Juan I. Areta, María del Castillo, Francisco González Táboas,
Fabricio Gorleri & Emilio A. Jordan)

La mayoría de las aves de Argentina son nombradas de acuerdo a sus combinaciones únicas de colores, formas, tamaños, comportamiento y cantos. Es por eso que, además del nombre científico en latín, tienen un nombre vernáculo que nos permite referirnos a ellas en lenguaje coloquial. En Argentina los nombres vernáculos provienen en su mayoría de la Lista Patrón (Navas et al., 1990) con cambios posteriores debido a la inclusión de nuevas especies. Si bien la Lista Patrón es de gran utilidad y proporciona un nombre adecuado a la mayoría de las aves, el epíteto común (por ejemplo, Piojito Común) es utilizado en demasía. Tal es así que 61 (5,8%) especies de las 1.050 que habitan Argentina contienen el calificativo “común”, mientras que en el mundo esto sucede sólo con 76 (0,8%) de las más de 10.000 especies (considerando sus nombres estandarizados en inglés).

Denominar “común” a una especie, no sólo le quita su particularidad ¡que sin dudas la tiene!, sino que también acarrea una serie de problemas que pueden alterar nuestro conocimiento sobre la biología y distribución del ave. A continuación, desarrollamos tres problemas principales productos del uso del epíteto “común” en los nombres vulgares de las aves de Argentina.

1.- Sesgo de registros hacia la especie denominada “común”

Los observadores de aves, en particular los de menos experiencia, reconocen que cuando tienen una duda sobre la identidad de alguna especie de un género difícil (por ejemplo, Nothura, Cinclodes, Geositta, Anthus) prefieren asignarla a la especie “común”. Esto genera un desvío estadístico de magnitud desconocida. Un ejemplo de este sesgo es el generado por el Piojito Común (Serpophaga subcristata) y el Piojito Trinador (Serpophaga griseicapilla). Como ambas especies son extremadamente parecidas en plumaje y mayormente identificables por el canto, se tiende a reportar en mayor medida al Piojito Común (cuando en realidad, muchos registros podrían corresponder al Trinador). Como producto de este sesgo, estamos sobreestimando la abundancia y distribución del Piojito Común, y a su vez, subestimando al Piojito Trinador.

2.- “Común” ¿dónde y cuándo?

Muchas especies denominadas “comunes” lo son en referencia a su presencia regular en regiones pampeanas y del litoral. Sin embargo, en otras regiones del país, otras especies igualmente “comunes” no reciben tal apelativo, resultando en confusiones cuando estos nombres son aplicados a gran escala geográfica. Un ejemplo de este caso es el del Mirasol Común (Ixobrychus involucris), especie regular en la región pampeana, pero bastante escasa en el resto del país. Lo mismo podemos decir de la Pava de Monte Común (Penelope obscura), el Doradito Común (Pseudocolopteryx flaviventris), entre otras.

3.- Identidad: diferenciación, recordación

Un nombre vulgar ideal debería aportar eficazmente a la correcta identificación de una especie haciendo referencia a un atributo conspicuo y que a la vez la diferencia de especies similares. El descriptor “común” es tal vez el que menos cumple con esos requisitos, ya que no da pistas sobre cómo identificar correctamente a la especie. Un caso de este ejemplo es el del Burrito Común (Laterallus melanophaius). El nombre no nos permite diferenciarlo del Burrito Colorado (Laterallus leucopyrrhus), especie con la cual solapa su distribución en gran parte del país, y que tienen un aspecto similar, ¡pero no igual!

La propuesta

Tras la Lista Patrón (Navas et al., 1990) el tratamiento de nuevos nombres vernáculos ha sido un ejercicio individual de los autores para resolver su necesidad de publicación en guías y listas de aves, plataformas como eBird y otras, artículos, etc.

En vistas de consolidar un cuerpo institucional que resuelva nuevos nombres, este grupo se autoconvocó para atender una necesidad reconocida: encontrar alternativas a los muchos nombres vernáculos con el epíteto “común”. De este modo, el reemplazo permitirá disminuir sesgos en las bases de datos y proporcionará un calificativo más acorde a la identidad de cada ave.

Para lograr el objetivo, discutimos varios nombres alternativos para cada especie e invitamos a los principales referentes del conocimiento ornitológico del país a aportar sus propuestas de nombres, y las discutimos. Luego, pre-seleccionamos entre 1 y 4 nombres alternativos a la opción “común”.

Los nombres pre-seleccionados fueron sometidos a una votación online a través de la plataforma Google Forms. Esta modalidad permitió abrir un espacio de participación y recopilar las opiniones de la mayor cantidad de personas interesadas en la iniciativa. En cada formulario, se agregaron tanto nombres alternativos como el original para cada especie, sumado a la opción de proponer un nuevo nombre. Seleccionamos los nombres que obtuvieron la mayoría de los votos en cada caso para que reemplacen al nombre preexistente de cada especie. A su vez, aprovechamos esta instancia para votar un nombre vernáculo para las becasinas del sur del Cono Sur, que fueran recientemente elevadas a especie (Gallinago magellanica, Miller et al., 2019).

Sólo 5 de las 63 especies con epíteto “común” fueron exceptuadas del tratamiento, ya que, por amplia distribución y alta frecuencia de observación, consideramos al epíteto “común” como un descriptor adecuado para su nombre. Estas especies son: Cauquén Común (Chloephaga picta), Falaropo Común (Phalaropus tricolor), Alilicucú Común (Megascops choliba), Yunco Común (Pelecanoides urinatrix) y Paiño Común (Oceanites oceanicus).

Resultados

Participaron 770 personas de la votación, representando a todas las provincias del país. A continuación, adjuntamos la tabla final con los nombres seleccionados:

ESPECIE AHORA ANTES
Crypturellus tataupa Tataupá Montaraz Tataupá Común
Nothura maculosa Inambú Campestre Inambú Común
Eudromia elegans Martineta Copetona Martineta Común
Penelope obscura Pava de Monte Ribereña Pava de Monte Común
Rollandia rolland Macá Cara Blanca Macá Común
Columbina picui Torcacita Picuí Torcacita Común
Leptotila verreauxi Yerutí Gris Yerutí Común
Nyctibius griseus Urutaú Urutaú Común
Chlorostilbon lucidus Picaflor Verde Picaflor Común
Pardirallus sanguinolentus Gallineta Pico Pintado Gallineta Común
Laterallus melanophaius Burrito Canela Burrito Común
Haematopus palliatus Ostrero Pardo Ostrero Común
Vanellus chilensis Tero Tero Común
Gallinago paraguaiae Becasina de Bañado Becasina Común
Gallinago magellanica Becasina Patagónica *
Stercorarius chilensis Escúa Canela Escúa Común
Sternula superciliaris Gaviotín de Río Gaviotín Chico Común
Macronectes giganteus Petrel Gigante Antártico Petrel Gigante Común
Ixobrychus involucris Mirasol Estriado Mirasol Común
Accipiter striatus Esparvero Estriado Esparvero Común
Rupornis magnirostris Taguató Taguató Común
Geranoaetus polyosoma Aguilucho Ñanco Aguilucho Común
Trogon surrucura Surucuá Cola Blanca Surucuá Común
Picumnus cirratus Carpinterito Barrado Carpinterito Común
Piculus chrysochloros Carpintero Ojo Blanco Carpintero Dorado Común
Colaptes melanochloros Carpintero Real Carpintero Real Común
Thectocercus acuticaudatus Calancate Cabeza Azul Calancate Común
Thamnophilus caerulescens Choca Corona Negruzca Choca Común
Chamaeza campanisona Tovaca Parda Tovaca Común
Geositta cunicularia Caminera Estriada Caminera Común
Upucerthia dumetaria Bandurrita Esteparia Bandurrita Común
Cinclodes fuscus Remolinera Parda Remolinera Común
Syndactyla rufosuperciliata Ticotico Estriado Ticotico Común
Pachyramphus polychopterus Anambé Negro Anambé Común
Phylloscartes ventralis Mosqueta Carasucia Mosqueta Común
Hirundinea ferruginea Birro Colorado Birro Común
Suiriri suiriri Suirirí Gris Suirirí Común
Pseudocolopteryx flaviventris Doradito Pampeano Doradito Común
Serpophaga subcristata Piojito Tiquitiqui Piojito Común
Lessonia rufa Sobrepuesto Austral Sobrepuesto Común
Knipolegus aterrimus Viudita Trinadora Viudita Común
Agriornis micropterus Gaucho Pardo Gaucho Común
Pitangus sulphuratus Benteveo Benteveo Común
Vireo chivi Chiví-chiví Chiví Común
Cyanocorax chrysops Urraca Criolla Urraca Común
Troglodytes aedon Ratona Ratona Común
Anthus correndera Cachirla Goteada Cachirla Común
Euphonia chlorotica Tangará Garganta Negra Tangará Común
Spinus magellanicus Cabecitanegra Cabecitanegra Común
Leistes loyca Loica Loica Común
Pseudoleistes virescens Pecho Amarillo Pecho Amarillo Común
Piranga flava Fueguero Fueguero Común
Paroaria coronata Cardenal Copete Rojo Cardenal Común
Thraupis sayaca Celestino Celestino Común
Conirostrum speciosum Saí Celeste Saí Común
Diuca diuca Diuca Diuca Común
Lophospingus pusillus Soldadito Chaqueño Soldadito Común
Sporophila caerulescens Corbatita Corbatita Común
Catamenia analis Piquitodeoro Chico Piquitodeoro Común

En la mayoría de los casos los votantes optaron por opciones que apelan a la coloración o el canto distintivo del ave, por ejemplo, el Piojito Común fue reemplazado por Piojito Tiquitiqui, y al Burrito Común ahora lo llamaremos Burrito Canela. Ambas denominaciones permiten diferenciarlos de especies similares a ellos.

En otros casos, la votación favoreció a la simple remoción del epíteto común, sin ser reemplazado por ningún otro. Podemos mencionar aquí al Benteveo, Cabecitanegra, Corbatita, Pecho Amarillo, Diuca, Taguató, Fueguero, Celestino, Loica y Ratona. Esto puede ser el resultado de que estas aves son percibidas como la especie por excelencia entre sus congéneres. Por ejemplo, “Cabecitanegra” a secas apela inmediatamente a Spinus magellanicus antes que a cualquiera de los otros llamados Cabecitanegras (Cabecitanegra Andino Spinus uropygialis, Cabecitanegra Picudo Spinus crassirostris). Lo mismo para el Tero que sin dudas es Vanellus chilensis, y la Ratona Troglodytes aedon, etc.

Tero

Aplicación

Los nombres seleccionados, serán utilizados en todos los medios de Aves Argentinas (incluido eBird) a partir de Julio del año 2020. Además, nuevas publicaciones como por ejemplo la venidera ‘Guía de Aves de Argentina y el Atlántico Sudoeste’ optarán por utilizar los nuevos nombres propuestos.

Conclusión

La “era digital” abrió un nuevo paradigma en la ornitología. Hoy cientos de observaciones de aves son diariamente incorporadas en bases de datos online, y tienen como finalidad construir conocimiento acerca de nuestras aves y su biología. Por lo tanto, es fundamental contar con una base de datos bien curada para que dicho conocimiento sea preciso y ayude a la conservación de nuestras especies y hábitats.  Nuestro trabajo proporciona una herramienta útil para disminuir sesgos asociados a la ambigüedad de algunos nombres vernáculos de las aves de Argentina. De este modo, establecemos una primera barrera a la incorporación de errores en bases de datos. Además, consideramos importante atribuir a nuestras aves un nombre más distintivo, que apele a su belleza natural de coloración, canto o comportamiento, antes que un descriptor (“común”), que no otorga identidad y que incluso en muchos casos o regiones puede resultar desacertado. Esperamos que nuestro trabajo sea adoptado por la comunidad de observadores y observadoras de aves y que pueda ser aplicado en futuras publicaciones, y (en caso de ser necesario) asentar  las bases para futuros proyectos colaborativos que permitan mejorar aún más los restantes nombres vulgares.

Referencias

Miller, E. H., Areta, J. I., Jaramillo, A., Imberti, S., & Matus, R. (2019). Snipe taxonomy based on vocal and non-vocal sound displays: The South American Snipe is two species. Ibis, 0–3. https://doi.org/10.1111/ibi.12795

Navas, J. R., Narosky, T., Bó, N. A., & Chébez, J. C. (1990). Lista patrón de los nombres comunes de las aves argentinas. Buenos Aires: Asociación Ornitológica del Plata.

Autor

Aves en Foco

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