DESCRIPCIÓN. Mide 25 cm. La más conocida de los inambúes. Perdiz, nombre que se le dio erróneamente en el campo debido al parecido con las perdices europeas. El plumaje es estriado en su totalidad de negro, ocre y canela, salvo la garganta que es blanca y el vientre sólo acanelado, mientras que las plumas del ala son barradas en su totalidad.
COMPORTAMIENTO. Cuando se ve perseguida corre velozmente emitiendo cortos silbidos, se oculta y queda inmóvil. Si el peligro persiste levanta un vuelo ruidoso y torpe que realiza no más de tres veces hasta caer bruscamente, correr y ocultarse otra vez. A menudo se la ve cruzar los caminos.
HÁBITAT. Pastizales y cultivos, con vegetación más bien corta, se adapta a cambios del hábitat, como pastizales implantados y rastrojos de diferentes cultivos. Campos ganaderos.
ALIMENTACIÓN. Semillas y gran cantidad de insectos, como hormigas, langostas y orugas que busca en sus largas caminatas.
NIDO. La época reproductiva comienza en septiembre y termina en marzo. Durante este período hace varias puestas. Ubica el nido al pie de una mata y lo recubre con materiales suaves como plumas propias. En el nido ponen habitualmente más de una hembra. Puede contener entre 5 a 12 huevos de coloración chocolate oscuro con un brillante esmalte. El macho incuba y cuida a los pichones, que abandonan el nido a las pocas horas de nacidos.
SITUACIÓN. Abundante. Estable, sin problemas. Tomada como blanco para la caza deportiva; tiene un período permitido por la reglamentación.
DISTRIBUCIÓN. Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Argentina, donde se la encuentra desde el norte hasta el sur de Río Negro.
Foto Quique Sanz