DESCRIPCIÓN. Mide 23 cm. Parece un zorzal robusto; cabeza parda, con una larga ceja poco notable más clara; espalda parda; garganta blancuzca estriada de negro; pecho y vientre pardos más claros que el resto del cuerpo; alas oscuras, con unas líneas blancas poco visibles; cola negra con bordes blancos.
COMPORTAMIENTO. Confiado. Se lo encuentra en el suelo, sobre postes o arbustos; siempre a baja altura. Más bien pasivo y silencioso. Agresivo con otros pájaros, que se acerquen a su territorio, a los que persigue con mucho ímpetu. Migra hacia el norte luego de su reproducción en el sur del país.
HÁBITAT. En la época reproductiva en estepa patagónica, mientras que en el período de invernada se lo puede ver en campos abiertos con pastizales bajos, zonas arbustivas y áridas.
ALIMENTACIÓN. Sobre todo insectos que captura en el suelo, en la base de arbustos o entre piedras.
NIDO. Lo coloca en el centro de un arbusto a baja altura. Construye una estructura semiesférica de palitos recubierta en su interior con materiales suaves tales como lana, pelos o plumas. Allí deposita 3 ó 4 huevos blancuzcos con pintas y manchas castañas. Los padres alimentan a los pichones; éstos abandonan el nido cuando aprenden a volar.
SITUACIÓN. Escaso. Sus poblaciones son estables, no presentan riesgo de conservación.
DISTRIBUCIÓN. Chile y Patagonia argentina. Cuando migra llega hasta Paraguay y alcanza prácticamente a todo nuestro país.
Fotografía de Enrique Sanz