DESCRIPCIÓN. Mide 38 cm. Es uno de los patos más comunes. Marrón; pico amarillo con línea negra en el centro; cabeza y cuello de color canela; garganta, babero y vientre más claro casi blanco; lomo marrón oscuro manchado de negro; costados del cuerpo manchados de un marrón más claro; cola larga en punta; cuello y cabeza estilizados, lo que lo diferencia del pato barcino; mancha en el ala negra con dos franjas canelas que la bordean, visible en vuelo.
COMPORTAMIENTO. Vive asociado a otras especies, en parejas o en bandadas, en campos cosechados o recién sembrados, así como en las costas de los espejos de agua. Arisco y de vuelo rápido, es muy ágil.
HÁBITAT. Busca cualquier lugar donde haya algo de agua o cercano a ella. Se lo puede encontrar en sembradíos o pastizales inundados. Asociado al hombre, en lagunas artificiales o desagües en los campos.
ALIMENTACIÓN. Come hierbas pero le gustan en gran medida las semillas, que obtiene mediante el pico tanto en el agua como en la tierra.
NIDO. Lo coloca en los pastizales a distancias considerables del agua, entre los pastos altos o bajo cardos o pasturas, por lo general en las lomas más marcadas. Pone hasta 12 huevos blancos cremosos. Todos los pichones nacen en un día y salen juntos inmediatamente del nido para seguir a sus padres, que los dirigen hacia la laguna para criarlos hasta que aprenden a volar y se vuelven independientes.
SITUACIÓN. Abundante. Es una especie que no presenta problemas de conservación, uno de los patos más difundidos de la provincia de Buenos Aires.
DISTRIBUCIÓN. Toda América del Sur, salvo Venezuela y las Guayanas. En Argentina, en casi todo el país.
Foto de Enrique Sanz