DESCRIPCIÓN. Mide 20 cm. Oscuro, gris casi negro con pintas blancas por todo el cuerpo, alas amarronadas; pico y patas oscuras. En el plumaje nupcial o de cría pasa a tener brillos verdosos por todo el cuerpo y violáceos en el cuello, espalda y pecho, salvo las alas que mantienen el color marrón; pico y patas amarillas anaranjadas. Juvenil: marrón grisáceo.
COMPORTAMIENTO. En bandadas de unos pocos o varios individuos, parados en las puntas de las ramas o caminando por el suelo, confiados; se reúnen al atardecer de a cientos en algunos árboles, que usan como dormideros.
HÁBITAT. Ya se lo encuentra en campos, también en ciudades (plazas y parques) y sus alrededores, siempre en la cercanía del hombre.
ALIMENTACIÓN. Busca por el suelo insectos o sus larvas, o entre la corteza de árboles caídos o podridos, hurgando con su fuerte pico en agujeros.
NIDO. Compite por los nidos abandonados con otras especies autóctonas, se pone muy agresivo para obtenerlos. Los nidos que busca son, por ejemplo, los de pájaros carpinteros, aunque también nidifica en huecos de árboles. Deposita de 2 a 9 huevos blancos verdosos con manchas oscuras, según la disponibilidad de alimento. La incubación dura unos 12 días, tarea que realizan ambos padres, y los pichones son alimentados por ellos en el nido alrededor de 21 días, hasta que aprenden a volar. A los pocos días, los padres comienzan con otra postura.
SITUACIÓN. Común. En gran expansión, sus poblaciones se extienden a gran velocidad; ya ha hecho estragos en los cultivos, en otros sitios donde se introdujo, como en América del Norte; en pocos años cubrió casi todo el territorio de Estados Unidos.
DISTRIBUCIÓN. Introducido desde Asia en la década de 1980. Comenzó en la Capital Federal y suburbios, luego se expandió a los alrededores. Por ahora, su distribución se limita a la provincia de Buenos Aires.
Foto de Quique Sanz