DESCRIPCIÓN. Mide 38 cm. Inambú de gran tamaño; pico largo y algo curvo: corona negruzca: cuello y pecho acanelado que se va decolorando hacia el abdomen; alas rojizas que son bien visibles en vuelo, resto del cuerpo barrado de negro y castaño.
COMPORTAMIENTO. Se la suele ver en las banquinas de rutas comiendo, cruzando caminos, en campos recién sembrados y volando cuando se pasa muy cerca, siempre en campos con pastizales altos y tupidos. Tiene un vuelo enérgico y ruidoso, de corta distancia, y luego cae pesadamente al suelo. Es un ave muy caminadora, con la cabeza siempre en alto. Silbo fuerte muy característico, oído al amanecer, al atardecer y aun de noche.
HÁBITAT. Pastizales nativos y pasturas implantadas, siempre con buena cobertura. Se la puede encontrar en serranías y rastrojos de cultivos.
ALIMENTACIÓN. Escarba la tierra con el pico y las patas en busca de semillas, lombrices, larvas y hasta roedores pequeños que traga enteros.
NIDO. La puesta dura desde septiembre hasta febrero. El nido construido por el macho es ubicado muy oculto en matas de pasto. Consiste en una depresión en el suelo que recubre con tallos y plumas. Varias hembras ponen los huevos en un mismo nido, que pueden contener de 10 a 12 huevos de intenso color violáceo oscuro. El macho se encarga de incubar, durante unos 21 días. También se encarga del cuidado de los pichones, los que al nacer abandonan el nido y lo siguen.
SITUACIÓN. Escasa. Ha sido muy diezmada por la caza ilegal, el cambio de hábitat y probablemente el uso indiscriminado de agroquímicos, por lo cual se halla en disminución.
DISTRIBUCIÓN. Paraguay, Brasil, Uruguay; en nuestro país desde el norte hasta Río Negro.
Foto de Lucas Sanz